- Un hombre va conduciendo por la carretera cuando de pronto ve que en dirección contraria viene una mujer conduciendo su auto como loca y que al acercarse, baja el vidrio y le grita:
El hombre que obviamente no se pudo quedar callado, baja su vidrio y le grita:
¡MUUUUUUUUUULAAAAAAAA!
En eso, al doblar la curva, ¡pum! se estrella con un gran puerco que estaba en medio de la carretera.
Moraleja de la historia:
Los hombres nunca logran comprender lo que las mujeres tratan de decirles.
- Estaba un señor tirado en media calle diciendo: CR345, CR345, CR345...
Cuando llega otro y dice:
Pobrecito, este señor está loco, mejor me pongo junto con él para que no piensen mal de él.
Y se pone a decir XP041, XP041...
En eso el primero dice:
¡Desgraciado, me hizo perder la matrícula del que me atropelló! - Un heladero que estaba cansado de darle a la bicicleta, se para en una
esquina y en ese momento llega un tipo en un auto deportivo. El heladero
le dice:
Señor, ¿Me podría dar un aventón por favor?
El tipo del auto le dice:
Bueno, pero amarra el carrito de helados con una cuerda a la parte de atrás del carro.
El heladero le dice:
Cuando yo le toque una corneta es para que frene, y cuando le toque dos cornetas es para que pare.
El tipo del auto dice:
OK, muy bien.
Van por la avenida y el del auto le dio rápido, el heladero le tocó una corneta y él bajó la velocidad. Todo iba bien hasta que al parar en una esquina, otro auto se le para al lado y le hace señas para hacer una competencia. Los dos autos arrancaron a toda velocidad, cuando iban a 200 Km/hora, pasaron una alcabala, un guardia dice a otro:
¿Viste esos carros lo rápido que iban?
El otro dice:
Eso no es nada, no viste el carrito de helados que le estaba tocando corneta para pasárselos. - Se encuentra un señor parado a la orilla de la carretera en la noche
pidiendo aventón y estaba cayendo una tremenda tormenta, pero nadie se
paraba, cuando de repente volteó y vio que para la curva venía un carro,
y que se para. El señor sin dudarlo más se sube al carro y cierra la
puerta, cuando de repente voltea y se da cuenta que nadie va manejando
el carro, voltea hacia la carretera y ve que adelante había una curva y
el señor empieza a rezar. Cuando al llegar a la curva se abre la puerta
del chofer, entra una mano y mueve el volante en la curva, y así le
sucede repetidas veces hasta que el señor no aguanta y se baja del carro
y se va corriendo hasta el pueblo más cercano, entra a la cantina y a
todos les empieza a contar lo que le sucedió. Como a la media hora
llegan dos tipos todos mojados y le dice uno al otro:
Mira Juan, allá está el tipo que se subió al carro cuando lo veníamos empujando. - Resulta que un conocido tipo se compra un auto último modelo y lo sale a
probar por la autopista. Pone primera (60 km/h), segunda (90 km/h)
tercera (110 km/h). Cuando estaba acelerando para poner cuarta una Ninja
(moto) se le pone a la par. El conductor de la moto inclina su cabeza,
mirando al conductor del automóvil, con la mirada fija hacia los ojos
del tipo le dice:
¿Conoces la Ninja?, acelera la moto a fondo y se escapa a gran velocidad. El conductor del automóvil muy ofendido por el insulto que el motorizado le había ofrecido, acelera hasta alcanzarlo. Cuando estaban a la par nuevamente, el motorizado le dice por segunda vez:
¿Conoces la Ninja?, y otra vez se escapa a gran velocidad. El conductor empieza a acelerar hasta alcanzarlo. El hecho se repite, y así una vez más el motorizado se aleja pero esta vez, a una velocidad que el automóvil no puede alcanzar. Luego de manejar tranquilo por un rato al llegar a una curva ve al motorizado tirado en el piso, la moto 30 metros más adelante toda rota. El motorizado agonizando en el piso, el conductor se acerca y le dice:
Ja, eso te pasa por andar cargando a la gente con tu motito. Mira lo que quedó de tu moto.
A lo que el motorizado como puede responde:
Yo te preguntaba si conocías la Ninja, para ver si sabías dónde estaba el freno. - Un señor hace parar un autobús, y le dice al chofer:
Oiga, ¿este autobús me lleva al cementerio?
Si se pone delante, es posible. - Un hombre toca el timbre de una casa, a lo que un niño lo atiende.
¡Hola! ¿Está tu padre?
El niño responde:
No, él no está. Le pisó un camión.
El hombre expresó sus condolencias, y le preguntó si su madre se encontraba en casa.
El niño responde:
No, ella no está. Un camión la pisó.
El hombre ya un poco desconcertado e impaciente le pregunta:
Pero, ¿no se encuentran por casualidad tus hermanos, tu abuela o tu abuelo?
El niño responde:
No, ellos tampoco están. A todos les pisó un camión.
El hombre se sorprendió muchísimo y le replicó:
Pero, ¿dónde te encontrabas tú, cuando a todos les pisé el camión?
¿Yo? ¡Yo estaba manejando el camión! - Un señor estaciona su auto frente al hotel, pide una habitación para descansar. Más tarde baja a buscar su auto y se encuentra que su auto no estaba, y en el lugar estaba una bicicleta muy deteriorada con un cartel que decía: "PRUEBE ANDAR EN ÉSTA BICICLETA Y SENTIRÁ LA NECESIDAD DE ROBAR UN AUTO".
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