martes, 25 de diciembre de 2012

los campecinos

  • Va pasando un campesino por afuera de la iglesia y el cura del pueblo le dice:
- Hijo, pasa a misa.
El campesino le responde:
- No puedo padre, ¿quién me cuidará el caballo?.
- Dios te lo cuidará, hijo.
- Bueno -dijo el campesino-, y entró a la iglesia.
Cuando el padre se disponía a comenzar la misa dice:
- ¡Dios está con nosotros!
Entonces el campesino se levanta enojado de su asiento y dice:
- Entonces, ¡quién diantre me está cuidando el caballo!
  • Estaba un hombre dando de pastar a su rebaño de ovejas, cuando de repente aparece por el inhóspito camino una 4x4 full 0KM. Para frente al viejito y se baja un chavo de no más de 30, traje negro, camisa blanca "Hugo Boss" y zapatos "DKNY", se acerca al viejo y le dice:
    Señor, si yo le adivino cuántas ovejas tiene usted en su rebaño, ¿me regala una?
    El viejo responde con algo de asombro:
    Sí, como no.
    Entonces el joven vuelve a su 4x4 y saca una Toshiba Tecra 8000 con 128 MB de RAM, se conecta a la Red de Redes, baja una base de datos de 300 MB, entra a una página de la NASA, mediante un satélite identifica la zona exacta de dónde está el rebaño, calcula el promedio histórico del tamaño de una oveja tipo "Merino", mediante una tabla dinámica de Excel y con la ejecución de algunas Macros personalizadas en Visual Basic, logra completar el diagrama de flujo del Microsoft Project, y luego de tres horas le responde al viejo:
    Usted tiene 1.347 ovejas y 4 pueden estar preñadas.
    El viejo asintió y le dijo que efectivamente así era, y que se llevara una oveja.
    El joven tomó una y la cargó en la camioneta, cuando se estaba por ir el viejo lo detuvo y le preguntó:
    Disculpe, pero si yo llegase a adivinar en donde estudió, ¿usted me devuelve mi oveja?
    El joven le dijo sonriente:
    Seguro, hombre. Mientras abría la puerta de su 4x4 para marcharse.
    El viejo entonces contestó:
    Usted estudió en el Tecnologico
    El joven sorprendido completamente comentó:
    ¡Exacto!
    Y mientras le devolvía la oveja que había tomado preguntó:
    ¿Cómo se dio cuenta?
    Y el viejo le respondió:
    Por 4 razones: Primero por estupido, segundo vino sin que yo le hablara, tercero me cobró por decirme algo que yo ya sé, cuarta, se nota que no conoce NADA de negocios, porque se estaba llevando un pinche perro.
  • Un paisano va arreando dos vacas y otro se le arrima a conversar.
    ¿Estas vacas son holandesas?, pregunta el primero.
    Esta sí, responde Don Zoilo.
    ¿Y la otra?, pregunta el primero.
    La otra también, responde Don Zoilo.
    Y dígame, ¿Estas vacas van para la feria?
    Esta sí, responde Don Zoilo.
    ¿Y la otra?
    La otra también, responde Don Zoilo.
    Y dígame, ¿Estas vacas están preñadas?
    Esta sí, responde Don Zoilo.
    ¿Y la otra?
    La otra también, responde Don Zoilo.
    Pero, dígame una cosa, por qué cada vez que le pregunto por las vacas me responde que esta sí y después, me dice que la otra también.
    A lo que Don Zoilo le responde:
    Lo que pasa que esta vaca es mía.
    ¡Ahhhh!, contesta el primero, ahora entiendo, y dígame,
    ¿Y la otra?
    La otra también.  
  • Un campesino va sobre su asno cuando de pronto pasa un Ferrari a una gran velocidad, más adelante el campesino ve el Ferrari parado y aprovecha para hacerle una pregunta al conductor:
    ¿Cómo es que ese carro corre tanto?
    Eso es debido a que está pintado de azul y verde, le contesta el conductor aprovechándose de la ignorancia del campesino.
    Una vez que llega al pueblo compra dos latas de pintura azul y verde para pintar su asno, cuando el campesino le lanza la pintura azul al animal, éste se incorpora debido al picor que produce en la piel y sale disparado por el camino. El campesino lo observa y dice:
    ¡Y eso que todavía le falta la pintura verde!
  • Dos campesinos compran 50 cerdos y uno le dice al otro:
    ¿Dónde los metemos?
    En la casa.
    ¿Y el olor?
    Bueno, ellos ya se acostumbraran.
  • Un día un granjero cruza por su plantación con una cubeta a recoger algunas frutas, al llegar al río ve dos chicas bañándose totalmente desnudas. Ellas al verlo se meten en el agua hasta el cuello y le dicen:
    - No vamos a salir hasta que usted no se vaya.
    - No vine a verlas a ustedes, - responde el granjero levantando la cubeta -. Solo vine a darles de comer a los cocodrilos
  • Una pareja de campesinos había deseado toda su vida tener hijos e intentaban, intentaban y nada, hasta que un día le dieron la buena noticia que iban a tener un hijo varón. Al cual bautizaron como Tiros.
    Ellos muy felices lo criaron, cuando cumplió casi los 18 se fue a la ciudad. Los meses pasaron y pasaron y los padres no sabían nada de él. Hasta que un compadre se acerca a su casa y le dice:
    Compadrito, tengo muy buenas noticias de Tiros, le enseña el periódico y donde dice: "Tiros en la universidad".
    Entre todos se felicitan y matan a la vaca más gorda y grande y festejan por su triunfo. Pasan unos 2 meses vuelve el compadre y le dice:
    Tengo noticias de tu hijo: Tiros para abogado. Vuelven a matar a la vaca más grande y hacen una gran fiesta, todo el pueblo se enteró, todos fueron invitados. A los 5 meses viene el compadre y le dice:
    Le tengo malas noticias compadrito y ven el título del periódico y dice: "A tiros lo mata la policía"
  • Este era un campesino que iba por primera vez a la ciudad, él iba en su carreta que era jalada por un caballo, en su carreta iba un perro y un gato. Cuando ya iban llegando a la ciudad, un hombre en un carro 4x4 los atropelló, y la carreta salió volando de la carretera.
    El señor de la 4x4 se bajó del carro con una escopeta, buscó y buscó hasta que encontró al gato que decía miau, miau, casi moribundo, el hombre se compadeció del pobre animal y dijo:
    ¡Yo no puedo ver a este animal sufrir así!, y le tiró 2 balazos, buscó más adelante y encontró al perro, éste ya casi ni respiraba y también le tiró dos balazos, y a todo esto, el campesino había visto todo lo que el hombre había hecho con los animales, siguió buscando y encontró al campesino con un ojo afuera, una mano que se le había destrozado, un pie quebrado. Y el campesino le dice al hombre:
    ¡Jo!, parece mentira pero a mi no me ha pasado nada.
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